martes, agosto 14, 2007

NI MUY LOCO, NI TAN CUERDO




La selección está por encima de todo. De los hombres y sus circunstancias. Sin embargo, la llegada de Marcelo Bielsa a Chile generó una expectativa gigante, que hacía tiempo no se veía por el palacio del fútbol.

Todos los medios de prensa, diarios, radio y televisión dijeron presente en la sede de Quilín, que desde temprano fue acumulando micrófonos y cámaras a la espera de la estrella de la noche.

Por lo mismo, un piquete de carabineros estuvo siempre listo y dispuesto para resguardar la seguridad del nuevo técnico nacional ante una posible arremetida de los "salvajes" periodistas.

Lo que sí llamó la atención fue lo pequeño que era el grupo de corresponsales trasandinos que llegaron a reportear el gran evento, entre ellos su biógrafo oficial Ariel Senosiain, cuyo olfato de negocios ya lo tiene listo para relanzar en Chile su obra "Lo Suficientemente Loco".

También destacó entre los presentes el ex futbolista Carlos Caszely, que desde la primera fila de la sala del consejo de presidentes se autodeclaró amigo íntimo de Bielsa y se enojó por la silbatina que recibió cuando se engolosinó con el micrófono en su "metro cuadrado".

Sin embargo, extraño -por decir lo menos- resultó ser una conferencia de prensa sin farándula, ni baile del koala o con algún reportero disfrazado de sicario de película de Quentín Tarantino, hiperventilado y regalando lentes oscuros.

Increíblemente no hubo nadie que le preguntara por su debilidad por los ravioles y el puchero o si ya le han hecho llegar ofertas para que se gane el primer millón de pesos en Chile hablando sobre su enigmática vida privada.


Al contrario, ver a Marcelo Bielsa con la mirada fija y su clásica indumentaria deportiva sentado disertar tan libremente de su pasión por el trabajo, de su obsesión por recopilar videos, de su particular trato con los jugadores y del sistema táctico de sus equipos habla de lo realmente equivocados que estábamos al tratarlo de extraterrestre táctico o sencillamente "loco de patio".

Bielsa esbozó seis veces una sonrisa, se tomó dos botellas y media de agua y habló una hora y media, algo que no es muy frecuente de apreciar en una persona que traía una imagen de persona introvertida y reservada. Quizás los años sabáticos que tomo como director técnico lo aflojaron y lo convirtieron en algo más humano. Cuerdo en el buen sentido de la palabra.

Le contestó a todos y cada uno de los presentes 42 preguntas de un cuestionario largo y árido de reproducir en ciertos casos. Para el anecdotario de los agoreros y esótericos qHumberto, quizás un número fatídico que perseguirá de por vida su figura desde aquel penal marrado en España 82'.

De todas formas, quedó claro que Bielsa conoce cada hoja que se mueve en el Chile futbolero. Sabe que hay buenos talentos que le servirán para reivindicar el prestigio perdido como técnico y para poner en práctica sus teorías abstractas reveladas en la conferencia de prensa, tales como las "líneas integradas", "dinámicas de las variantes", "formas de distribución" y "articular las individualidades".

Lo importante y más allá de sus concepciones futbolísticas, de seguro los hinchas y el medio le van a pedir triunfos y eso lo tiene claro, aunque en Chile no seamos prodigios en jugadores como Batistuta, Crespo, Tévez u Ortega.

uedará en retina que la pregunta número 13 la hizo el legendario Carlitos Así que más allá de la menor o mayor simpatía que puedan generar sus palabras, vino bien escuchar un tipo con las ideas demasiado claras -obsesivo dirán algunos-, pero que empieza un proyecto con un trazado claro y que se tomó como el gran objetivo recuperar en lo colectivo lo que nuestros futbolistas cosechan domingo a domingo individualmente. Y para eso no hay que estar muy loco o quizás tan cuerdo.

Etiquetas: , , , ,